Reino Unido incorporará nuevas clases de peligro del CLP en una reforma clave de la regulación química
El Reino Unido planea incorporar nuevas clases de peligro en su regulación GB CLP, tomando como referencia los criterios del CLP de la Unión Europea. En junio de 2025, la Health and Safety Executive (HSE) británica presentó una serie de reformas sustanciales al Reglamento GB CLP, marcando un cambio significativo en la gestión de la seguridad química en el país. Esta iniciativa, que está en consulta pública hasta el 18 de agosto de 2025, indica la intención del Reino Unido de volver a alinearse parcialmente con los estándares europeos sobre peligros químicos, especialmente a través de la adopción de nuevas clases de peligro definidas por la UE.
Este cambio en las nuevas clases de peligro GB CLP está sujeto a consulta pública hasta el 18 de agosto de 2025.
Uno de los puntos centrales de la propuesta es la incorporación de varias clases de peligro introducidas por la UE en 2023, que abordan preocupaciones científicas emergentes como la alteración endocrina y la persistencia química. Entre estas nuevas categorías se encuentran:
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Sustancias persistentes, bioacumulativas y tóxicas (PBT)
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Sustancias muy persistentes y muy bioacumulativas (vPvB)
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Sustancias persistentes, móviles y tóxicas (PMT)
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Sustancias muy persistentes y muy móviles (vPvM)
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Disruptores endocrinos para la salud humana y el medio ambiente
La inclusión de estas clases de peligro tendrá un impacto considerable en fabricantes, importadores y usuarios intermedios. Todos ellos deberán actualizar fichas de datos de seguridad, etiquetas y otros documentos relacionados con el cumplimiento normativo en seguridad química.
La HSE sostiene que la obligación de tener en cuenta las opiniones de la ECHA impone cargas regulatorias innecesarias y limita su capacidad para priorizar cuestiones relevantes para el mercado del Reino Unido.
La HSE sostiene que la obligación de considerar las opiniones de la ECHA genera cargas regulatorias innecesarias y limita su capacidad para priorizar asuntos relevantes para el mercado británico. Aunque el Reino Unido busca mayor alineación en la clasificación de peligros, también propone diferenciarse en otros aspectos, como dejar de adoptar automáticamente las opiniones científicas de la UE.
Estas reformas buscan equilibrar la reducción de cargas regulatorias con el mantenimiento de altos estándares de protección para la salud y el medio ambiente. Se anima a las partes interesadas, incluidas las empresas afectadas por el CLP, a participar en la consulta pública.
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Fuentes: CTPA, Acta Group