Se propone clasificar el etanol como tóxico para la reproducción categoría 2.
Esto podría hacer que la sustancia fuera inutilizable en algunos productos, como los geles desinfectantes de manos.
En Europa, la asociación del sector de jabones y detergentes, AISE, ha solicitado una intervención urgente de la Comisión Europea para reclasificar el etanol como tóxico para la reproducción categoría 2. Inicialmente considerado como carcinógeno y tóxico para la reproducción categoría 1A, se ha propuesto regular el etanol como tóxico para la reproducción categoría 2.
¿Por qué es esto tan importante?
El etanol, un alcohol simple, se ha convertido en un nombre familiar, especialmente en el contexto de los desinfectantes. Su eficacia para matar una amplia gama de microorganismos lo ha convertido en una piedra angular de las prácticas de higiene en todo el mundo. Desde los desinfectantes de manos hasta los limpiadores de superficies, el etanol ha demostrado ser un aliado confiable en la lucha contra las enfermedades infecciosas.
La comunidad científica ha estudiado ampliamente las propiedades antimicrobianas del etanol. Su modo de acción implica desnaturalizar proteínas y alterar las membranas celulares de los microorganismos, dejándolos incapaces de realizar funciones vitales. Esto lo convierte en un agente antimicrobiano de amplio espectro, eficaz contra bacterias, hongos y muchos virus.
Sin embargo, la eficacia del etanol no está exenta de inconvenientes. Una de las principales preocupaciones es su toxicidad. En altas concentraciones, el etanol puede ser dañino si se ingiere, inhala o absorbe a través de la piel. Esto plantea importantes interrogantes sobre el equilibrio entre los beneficios y los riesgos de su uso generalizado.
Acciones futuras
El etanol es una sustancia activa aún pendiente de aprobación según el BPR para su uso en:
- PT1 (Higiene humana)
- PT2 (Desinfectantes y alguicidas no destinados a la aplicación directa sobre humanos o animales)
- PT4 (Área de alimentos y piensos); y
- PT6 (Conservantes para productos durante el almacenamiento)
Organismos reguladores como el Comité Científico de Seguridad del Consumidor (SCCS) y el Comité de Evaluación de Riesgos (RAC) jugarán un papel crucial en la evaluación de la seguridad de sustancias como el etanol. Estos comités tienen la tarea de evaluar los riesgos asociados con el uso del etanol en productos de consumo y establecer límites de exposición adecuados. Por lo tanto, se espera que evalúen este nuevo enfoque de clasificación en un futuro próximo para sopesar los pros y los contras del uso del etanol en nuestra sociedad. Además, establecerán medidas para minimizar los riesgos asociados con su uso en productos biocidas.
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Fuente: Enhesa