Bruselas frena REACH 2.0 y retrasa su lanzamiento hasta 2026
La esperada revisión del reglamento REACH vuelve a tropezar. La Regulatory Scrutiny Board (RSB) ha emitido una opinión negativa sobre la propuesta presentada por la Comisión Europea, obligando a replantear y rehacer parte del texto. En consecuencia, el lanzamiento de REACH 2.0 no llegará antes de 2026, aplazando una reforma clave para el sector químico europeo.
¿Por qué la RSB frena REACH 2.0?
El informe del organismo supervisor señala deficiencias sustanciales en tres ámbitos críticos:
- Riesgos para la salud y el medio ambiente insuficientemente abordados.
- Procesos regulatorios lentos, complejos y poco eficientes.
- Falta de cumplimiento real en el mercado, incluidas las importaciones y el comercio electrónico.
Especial preocupación genera la escasez de datos sobre polímeros, exposición y usos reales, un vacío que apunta claramente hacia un futuro con mayores exigencias de información y transparencia.
La propuesta, inicialmente prevista para 2022, ya había sufrido varios aplazamientos, en parte debido a la agenda de “simplificación” impulsada por la actual Comisión —una línea criticada por las ONG, que acusan a Bruselas de “proteger” en exceso a la industria frente a los objetivos de salud y sostenibilidad.
Consecuencias para la industria
Lejos de ser una buena noticia, este retraso supone un reto estratégico para las empresas del sector químico.
- Aumentará la demanda de datos y trazabilidad técnica.
- Las compañías con una gestión regulatoria sólida estarán mejor posicionadas.
- Las que reaccionen tarde quedarán rezagadas.
- La UE mantiene su mensaje: “mejor cumplimiento, no menos normas.”
Qué hacer ahora
- Auditar el grado de cumplimiento de REACH y CLP
- Revisar las estrategias internas para el desarollo y mejora del cumplimiento.
- Garantizar la calidad y coherencia de los dossiers y datos técnicos.
- Invertir en digitalización y herramientas de gestión regulatoria.
- Formar equipos especializados: el talento regulatorio será decisivo.
Retraso no significa descanso.
La futura reforma de REACH exigirá más preparación, más trazabilidad y una visión estratégica de cumplimiento. Las compañías que comiencen a adaptarse hoy serán las que marquen el ritmo del mercado químico europeo de mañana
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Fuente: Enhesa
